La llamaban la casa azul y allí vivía Paul, antes; ahora vive una señora llamada Agnes que no habla nunca; no es lo mismo. Viviana aun se para en la puerta todas las mañanas de sábado a las 11, ella es la única propietaria de la bicicleta voladora que sigue viviendo en Moonsville; a veces se encuentra con otros dueños de la bici voladora, como Ian o Lionel, muy pocas veces con Henriette y nunca con Judith; pero a Jude todos le perdonan, ella era la que peor lo había pasado, hasta el punto de que había huido a New York en autobús, con solo un cuarto de dólar, 16 años y un timbre de bici.
"Hey Jude, don't make it bad" solía cantarle Celia cuando pasaba algo y todos, sobretodo Jude, andaban preocupados, pero no lo hizo esa vez, porque Paul había marcado un antes y un después, y en el después no había sitio para canciones, ni para bicicletas, mucho menos voladoras.
Paul...jooo :(
ResponderEliminarBicicletas voladoras, me gusta :)
besos desde Francia
No sé si habré entendido el final: ¿Paul se escapó con Jude y ésta como no podía llevar la bici se llevó sólo el timbre de recuerdo? Ha estado genial como siempre perole faltóuna palabra vículo o a mí me falta más sesos (también puede ser) Tu Blog es uno de mis preferidos, te lo digo en serio.
ResponderEliminarPues es una pena, porque un viaje en bici por el cielo hoy en día vale un ojo de la cara.
ResponderEliminar¡Un beso!
Quiza el mismisimo Paul este alla arriba, en su bici y se este preguntando donde esta su timbre. Debe chocarse mucho con las nubes (:
ResponderEliminarBello, divino!
ResponderEliminarBesos.