Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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martes, 4 de noviembre de 2014

La semana pasada, la televisión se estropeó y la imagen se veía doble, mi padre se levantó y movió los cables, como eso no funcionó, mi madre de levantó, apagó la televisión y la volvió a encender, como eso no funcionó, yo dije "bueno, tampoco había nada interesante" y aunque se rieron siguieron intentándolo. Mi padre golpeó un lateral de la televisión, pero eso sólo lo empeoró, ahora había ruido blanco y mi madre dijo "¡mira lo que has hecho!", los dos se miraron molestos y yo murmuré "tampoco había nada interesante". Mi padre dijo "nos va a salir más caro arreglarla que comprar una nueva" y mi madre contestó "pues compramos una nueva".
Ayer, la nueva televisión llegó, todos estuvieron de acuerdo en que es mucho mejor, aunque yo dije que no había nada interesante.
Hoy, me eché a llorar durante la comida y la sopa quedó salada, mi padre se levantó y me abrazó, como eso no funcionó, mi madre me suplicó que hablase con ella, como eso no funcionó, yo dije "comprad una nueva".

4 comentarios:

  1. Ohhhhh.
    Me encanta jiji.
    Ese es el camino fácil; supongo que en una televisión no importa, pero es la forma de resolver los problemas en sí.
    Un besito <3

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  2. Ay que triste el final :( A veces pienso que la tecnología trae más problemas que soluciones, y más incomunicación de lo que aparenta.

    Besote!

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