Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.
¿Hasta qué punto decidimos nuestro propio destino?¿Puedo confiar en que lo que ahora está enmarañado lo desenrede una mano más experta?
- ¿Dónde estás? te lo diré yo, en el sitio equivocado.
- ¿Debería estar contigo?
- ¡Exacto!
Olvídalo, ¿vale?, olvídalo todo, el principio, el fin, el tiempo entre medias y todo lo que me costó olvidarlo a mí también, sencillamente bórralo de tu mente, eso fue ayer, pero nunca será hoy.
Es extraño como nuestras vidas están entrelazadas sin nunca llegar a tocarse, ¿no te preguntas cómo es que no nos conocimos antes?
¿Quién sabe lo que quiero en el fondo? Está demasido oscuro para verlo.
La frialdad te ha devorado a dentelladas rápidas y metálicas, con gula, con un hambre tan voraz que apenas si ha dejado nada, el cadáver de lo que yo me atreví a llamar amor, descompuesto, tan irreconocible que ya no sirve ni para el recuerdo.
Salimos a la fresca noche de verano, aquí se ven las estrellas, "Donde yo vivo las únicas luces en el cielo son los helicópteros, y parpadean y de mueven" digo en voz alta para quien quiera escucharlo, tú te giras y me sonríes "la de cosas que os perdéis los de ciudad", tienes razón, por ejemplo tú, claro que eso me lo guardo, ya hablaremos algún día a solas.
- Lo deseo tanto.- ¿Y con eso que has conseguido?- Ganas de llorar.