Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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martes, 22 de diciembre de 2015

Hacía un frío horrible, temblaba encogida dentro de mi abrigo.
- Hace un frío horrible.- dije, una nube de vaho acompañó mis palabras, él se rió y nuestros alientos se mezclaron en el aire.
- Los finlandeses se reirían de ti.- me contestó, pero se acercó y me abrazó, tapando el viento helado de la noche.
- Y yo de su verano.- respondí, acerqué la nariz a su cuello y él siseó.- no me gusta el invierno.- murmuré, escondiendo la cara en su hombro.
- El verano regresará.- me aseguró abrazándome más fuerte.- a mí no me importaría que se retrasase, quiero vivir este tiempo.




¡Feliz Navidad a todos!
Disfruten el invierno

martes, 8 de diciembre de 2015

Tengo palabras danzando en la punta de la lengua y las luces de mi paladar están encendidas, todo el mundo está invitado a la fiesta de mi boca, si vienen a hablar conmigo.

domingo, 22 de noviembre de 2015

Qué triste contar las veces que he pensado en llamarte y no lo he hecho, que he dicho 'mañana' y nunca hoy, que he jurado con rabia 'que me busque ella'.
Como recompensa no he obtenido nada, solo silencio.

domingo, 8 de noviembre de 2015

Echo de menos las tardes de verano, cuando me paseaba perezosamente entre las calles ardientes y el calor se enroscaba en mi cuerpo, las dulces caricias del sol mezcladas con las tuyas, los helados de limón, volver a casa cuando despunta el alba, cuando parece que no existe nadie más y soy dueña del mundo.

jueves, 22 de octubre de 2015

- La verdad ha muerto.
- Y tú bailas sobre su tumba.

jueves, 8 de octubre de 2015

Era el hombre del tiempo, y como siempre se ha dicho: el tiempo está loco. Cuando se enfadaba era una tormenta descontrolada, truenos y relámpagos salían de su garganta, a su alrededor me sentía como un pararrayos; cuando estaba triste le aparecían nubes negras anunciando lluvia en las pupilas y era capaz de desatar el diluvio universal en el salón, haciendo que el gato se subiera de un salto a la lámpara. A veces, también era una soleada tarde de verano y su sonrisa olía a hierba recién cortada, su risa sonaba como el tintineo de los hielos en un refresco. Pero la previsión meteorológica a menudo falla, así que te ponías un bikini pero te llevabas un paraguas.

martes, 22 de septiembre de 2015

- ¿Y si tu plan no funciona?
- Entonces me acurrucaré en la cama con las sábanas hasta la cabeza.
- Me apunto, hagámoslo juntos.

martes, 8 de septiembre de 2015

Había ido con sus amigas a la piscina, tenía un nuevo bikini azul que se ataba a los lados, su madre le dijo mil veces que se echase crema pero no lo hizo, recuerdo el rosa encendido de su nariz.
Llevaba la toalla enrollada alrededor del cuerpo y su pelo goteó sobre el asfalto cuando se acercó a besarme, recuerdo el olor a cloro.
Nos tumbamos al sol y me dijo: "Me marcho mañana, el verano se acaba", recuerdo su cara reflejada en mis gafas de sol.
Yo le dije: "Tú eres el verano".

sábado, 22 de agosto de 2015

Cuando estoy muy triste pienso en ti, no porque crea que si estuvieses aquí yo no estaría triste, sino porque de alguna manera quedaste asociado a mi tristeza.

sábado, 8 de agosto de 2015

El Andén


Cuando llego por la mañana al andén, lo primero que hago es buscarle, si no está me apresuro en los trasbordos intentando alcanzar el tren anterior, por si tal vez va en él, nunca lo consigo, es probable que no vaya en el tren y yo estoy en el lugar y el momento equivocados. Tengo la sensación de que va a ocurrir algo importante, que estoy a la espera de ese hecho crucial, deseo a la vez que suceda ya y que no lo haga nunca.
No le he contado a nadie cuanto deseo encontrarme con él, como le busco en cada estación o lo que realmente espero en el andén; no lo he dicho porque ya nadie vive de ensoñaciones y no están de moda los amores platónicos, mis amigas me dirían: “¿y a qué esperas? ¿eres un árbol? los árboles esperan, las personas actúan”, me da vergüenza explicarles que tengo demasiado miedo para moverme, es tan fácil quedarme aquí, dónde no hay peligro ni complicaciones, aunque el precio sea no sentir nada. A veces, siento rabia, y digo: “Sé valiente, arriésgate, actúa. Este es el momento de vivir, el único”, pero rápidamente vuelvo a la apatía y la misma voz que es la mía, me dice: “Estoy bien así, la vida es difícil y no quiero complicarla más”.
Durante más de un año he coincidido con él en diversas estaciones con diferentes destinos, hablamos cuanto dure el trayecto y cuando llegamos a nuestros destinos, vamos despidiéndonos poco a poco, sin querer realmente irnos. A veces tengo la sensación de que hablamos sin decir realmente nada, me sobrecoge la tristeza y tengo ganas de hacerle preguntas extrañas, ¿si fueras un fantasma a quién atormentarías? ¿si te hicieras famoso porque crees que sería?, pero entonces me puede la vergüenza y piso el freno de mi garganta.
Pueden pasar semanas sin que nos veamos, durante ese tiempo acumulo comentarios e historias como una urraca llenando el nido de tesoros brillantes, a menudo he querido preguntarle su opinión o decirle que he leído un libro que seguro le gustaría, que me acuerdo de él, le diría lo cobarde que soy pero para eso tendría que ser valiente. Cuando llega el momento y nos tenemos cara a cara, me atrapa esa convención social de ocultar los sentimiento por miedo al desprecio y a la vergüenza, es como jugar al póker, intentas adivinar las cartas del otro sin mostrar las tuyas, al final nunca digo nada.
Estoy esperando que ocurra algo importante, si el tren pasa lo cogeré sin dudarlo, tengo el billete comprado desde hace tanto tiempo que temo que caduque.
Hace un par de días me cruce con él, pero él bajaba y yo subía, coincidir es más difícil de lo que la literatura asegura, a pesar de haber nacido en la misma época, vivir en la misma ciudad y compartir el mismo destino, parece que nuestros trayectos se superponen sin chocarse, vidas que se cruzan y se aproximan, pasos sobre pasos, tengo la sensación de seguir una estela invisible, como si hubiese unas vías pero el horario estuviese equivocado.
Últimamente he estado incluyéndole en mis sueños, una vez soñé que estaba tumbada en el tren mirando las estrellas, él se tumbaba a mi lado sin decir nada y me daba la mano. Anoche soñé que vagaba en pijama por las calles, despeinada y ojerosa, me lo encontraba, me decía: “eres lo más hermoso que he visto nunca” y me besaba.
Hoy tampoco estoy en el lugar adecuado en el momento adecuado, y en el andén no hay nadie, a lo mejor si hubiese cogido el tren de menos cuarto. Me siento en un banco y miro el reloj de la estación, son menos diez, según mi experiencia el próximo tren no pasará hasta en punto, el letrero electrónico no dice nada, solo queda esperar. Suena una voz por megafonía: “Debido a problemas en la línea, el régimen de trenes no se da con normalidad”, y esperar un poco más. De repente, alguien me toca suavemente en el hombro.
- Vaya, que coincidencia.
De nuevo otra coincidencia, cuando ya empezaba a pensar que las había gastado todas, resulta que estoy en el lugar y el momento adecuados, y tendré la oportunidad de otro trayecto en tren, hablando sin decir nada, y luego esperar, esperar todavía más. Me giró y al asomarme a sus ojos nos veo a ambos sentados en estaciones distintas, esperando que pasase el mismo tren, un tren que no llega nunca.
- Me gustas.- digo, se escucha el zumbido de los cables y el rugido del viento, el tren está llegando a la estación.

miércoles, 22 de julio de 2015

Aquella mañana le eché azúcar al café, y tú silencio.
Me cepillé los dientes, y tú cerraste la boca.
Salí por la puerta, y tú te quedaste al otro lado.

miércoles, 8 de julio de 2015

Las lágrimas que derramas a escondidas contra la almohada, que no podrías explicarle a nadie de donde vienen, ni siquiera a ti misma porque surgen de ese agujero de penas y deseos que es tu estómago, ese pozo sin fondo que no se sacia con las monedas que tiran los turistas.

lunes, 22 de junio de 2015

- ¿Crees en el amor a primera vista?
- Estoy segura de que es ciego.

lunes, 8 de junio de 2015

¿Cómo le dices a alguien he soñado contigo?
Sé que no tenemos nada, pero en mi sueño vagaba en pijama por las calles, despeinada y ojerosa, me encontraba contigo, me decías: "eres lo más hermoso que he visto nunca" y me besabas.
¿Cómo le dices a alguien: apareciste en mis sueños?
Sé que no hay un nosotros, pero soñé que estaba sentado esperando, no sé bien a qué, cuando te veía acercarte con paso decidido, en pijama y despeinada, como recién levantada, te decía: "eres lo más hermoso que jamás he visto" y me besabas.

viernes, 22 de mayo de 2015

La noche es oscura y no hay estrellas en el cielo urbano, la luna se oculta tras nubes de tormenta y ningún edificio tiene una ventana encendida. Tú no estás aquí y ni la poesía puede salvarme.

viernes, 8 de mayo de 2015

El tiempo es cálido y agradable en este lado del mundo, me acuerdo de ti a menudo y paso soñando despierta más horas de las que debería. Viajo en tren por la mañana, al principio aprovechaba el trayecto para leer, pero últimamente no duermo bien y el bamboleo del vagón me da sueño, así que ahora escucho música, apoyo un brazo en la ventanilla y, como ya te he dicho, sueño despierta.
En el viaje de regreso, voy con mis nuevos compañeros, charlamos sin descanso, aún estamos en esa etapa en que los silencios son incómodos. Casi siento alivio cuando se bajan en sus paradas y por fin me quedo sola, entonces no tengo que esforzarme por encontrar un tema de conversación ni mantenerme despierta, puedo simplemente dejarme llevar.
He conocido a unos cuantos hombres, pero, y sospecho que es culpa tuya, me parecen un poco aburridos, ellos jamás entenderían lo que sueño despierta.

Despierta, te has quedado dormida atravesando el túnel.

jueves, 23 de abril de 2015

A menudo los libros me emocionan más que los hombres,
culpo a los hombres.




¡Feliz día del libro!

miércoles, 8 de abril de 2015

"Esta vez es para siempre" declaré y tú te reíste, gruesas lágrimas cayeron por mis mejillas, "Alguna hormiga allá abajo creerá que está lloviendo" murmuré.
"Esta vez será para siempre" declaré y tú sonreiste, los dioses nunca responden a nuestros ruegos, para ellos somos solo hormigas.
"Volverás" aseguraste, como si fueras el dios que nunca escucha, "Que sea solo una lágrima" rogó la hormiga.

domingo, 22 de marzo de 2015

- Ya no tenemos nada que decirnos.
- ¿Qué va a pasar ahora?
- El silencio.

domingo, 8 de marzo de 2015

Ayer estaba sentada tras un hombre que tenía un lunar detrás de la oreja, me pareció increíblemente hermoso y me pregunté si él lo sabía, si lo había visto de refilón en algún espejo o alguien le había señalado ya su existencia. 
Quería ser yo quien se lo dijera: "tienes un lunar detrás de la oreja"; me imaginaba su cara entre sorprendida y confusa, "¿De verdad?", "Si, si" decir, "ahí" y tocarlo muy levemente con el dedo índice, como temiendo borrarlo en un descuido. Que descubrimiento maravilloso, nuestro propio cuerpo es un delicioso misterio. 
No podía para de mirar aquel lunar, me resultaba irresistible, me pregunté que pasaría si le mordiese la oreja suavemente; el hombre gritaría sorprendido y se llevaría la mano a la oreja en un acto reflejo, se giraría a mirarme consternado, todos en la habitación se girarían a mirarme consternados, ¿qué aceptación social tiene la disculpa: "Tiene un lunar secreto"?
Es un impulso terrible, pero no importa, el lunar no se borra con saliva.

domingo, 22 de febrero de 2015

- ¿Qué harás?¿dejarás de quererme?
- Mejor, aprenderé a querer sin ti.

domingo, 8 de febrero de 2015

Camino por las calles vacías a las once de la noche, las manos enterradas en los bolsillos, una gruesa bufanda de lana cubre mi cara, el viento se lamenta entre los edificios. Hace frío, por supuesto que hace frío, es invierno. El frío es ese fenómeno meteorológico invisible que te rodea y aprieta, entre temblores respiras, en los pulmones notas punzadas heladas, y piensas: estoy respirando, el calor se escapa en una nube de vapor, y piensas: estoy viva.
Las calles están desiertas y parece que esperan el regreso de la gente, yo también recuerdo las personas paseando a estas horas en las noches de verano, pero solo estoy yo, sola en la ciudad, la luz de las ventanas me hieren al pasar, todos están en casa.
Hace frío pero yo prefiero vagar por las calles nostálgicas, en las oscuras noches de invierno, cuando parece que solo quedo yo en el mundo, el aire se carga de casualidades y tal vez encuentre al final de la calle otro vagabundo invernal.

jueves, 22 de enero de 2015

- ¿Por qué no me llamaste? Esperé pero nunca lo hiciste.
- Pensaba en ti todos los días.
- Pero no me llamaste.
- Yo también te esperé.

lunes, 12 de enero de 2015

Ven a ver como me derrumbo, solo observa, no quiero nada más. Ven y se testigo de como se derriten mis huesos, el agua salada inunda mi interior, el oleaje rompe mi equilibrio y dejan de sostenerme las piernas. De pie ante mí, contempla como lloro hasta la sequía, allí dónde caen mis lágrimas no crece nada. No me consueles, solo mira y escucha, tira la piedra al pozo y cuenta cuanto tarda en caer, la piedra golpe contra mi pecho y no se oye nada, no hay fondo.
Yo soy el arco, la flecha y el ciervo, vigilante, tú no eres el cazador, eres los ojos en la oscuridad. Ven y mírame, si un árbol cae en medio del bosque y no hay nadie allí para verlo, ¿ha caído realmente?