Las lágrimas le rodaban por las mejillas pero no sollozo ni aparto la vista, fiera y orgullosa hasta el final.
- Lo siento.- le dije, alcé una mano para acariciarle la mejilla y borrar sus lágrimas pero me dio un manotazo.
- No me toques. Tú me has hecho llorar, no te mereces consolarme.- me aseguró con la voz quebrada y se enjuagó ella misma el llanto con el dorso de la muñeca.- Que te den.- me dijo como punto final, se dio media vuelta bruscamente y echo a andar, alejándose de mí, las lágrimas rociando el aire según se marchaba.
Maldita sea si no la quise entonces.
Conocí una chica así; al final me quedé cpon la impresión de que era un poco autista; porque ¿¿quién no se deja consolar por quien ama?? Sólo quien vive para sí mismo.
ResponderEliminarUn besote querida S.
Siempre nos damos cuenta de que estamos enamorados, tarde, a veces, demasiado.
ResponderEliminarun abrazoo :)
me podrias decir el nombre del libro de donde has sacado esto? un beso (L) me encanta!
ResponderEliminar¿Y por qué la hizo llorar?
ResponderEliminarMe gusta tu blog y tu manera de describir sentimientos.
ResponderEliminarYo soy nueva en esto de tener un blog, pero me encanta escribir.
Un saludo. Besos