Por la noche nos dedicamos a enredar con la difusa línea que hay entre lo real y lo ficticio, envolviéndonos en una maraña de nudos suaves y mullidos que conforman nuestro nido, allí nos echamos la siesta. Nos despertamos al alba confusos, preguntándonos cuánto hay de sueño y cuanto hemos vivido.
Qué bonito cuando la vida parece un sueño :)
ResponderEliminarPara mi lo feo es despertarse y ver que casi nada de eso es real.. linda entrada!
ResponderEliminarriiico ojalá todo fuera real. un besito
ResponderEliminarLih
Nunca lo sabremos querida amiga
ResponderEliminarNunca lo sabremos querida amiga
ResponderEliminarYo siempre me despierto confusa, en cada mañana de mi vida. La única diferencia esqe yo no tengo a nadie con quien envolverme en una maraña de nudos.
ResponderEliminar