Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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martes, 16 de febrero de 2010

Ella estaba sentada en el vagón del tren con la cabeza apoyada contra el cristal, triste, de una tristeza incurable. Una señora cualquiera que por una casualidad fue a sentarse justo enfrente de la chica la oyó hablar.
- Mi amiga se murió, pero yo creo que hay personas que nunca mueren.- dijo.- Yo creo que si la recordamos, si hablamos de ella a otras personas y estas a su vez también la recuerdan, no morirá nunca. Porque pasará de boca en boca, y siempre habrá alguien que recuerde su sonrisa de voy-a-ver-al-dentista, tan amplia que podrías haberle contado los empaste, si hubiese tenido; siempre habrá quien cuente como fruncía los labios coquetamente antes de hacer alguna travesura; quien aseguré que su risa sonaba a campanadas, de esas que suenan a medianoche, suave para no despertar a nadie. Mi amiga murió, y voy a hacerle un regalo, la voy a hacer inmortal, le voy a contar su historia a todo el mundo, para que todos sepan de esa persona que fue tan especial y la recuerden, para siempre.

6 comentarios:

  1. Nunca muere alguien que es eternamente recordado, sí señor.

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  2. *o*

    que buen regalo, eso si que es hacer inmortal a alguien! ^^

    besos

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  3. Guau.

    Pienso lo mismo que tú, pero me encanta la manera que tienes de expresarlo.

    Perfecta entrada, de verdad.

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  4. Ninguna tristeza es incurable, solo te tienes que tomar el jarabe para la tos a la hora de comer y listo.


    mimo

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  5. Yo intenté hacer lo mismo cuando se murió mi abuela :)

    Y ahora todas mias amigas la conocen casi más que yo gracias a mis escritos.

    Impresionante entrada.

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  6. Tu y tus blogs son iguales e incluso aún más encantadores que los míos y mi persona :)

    Hay gente que nunca muere, es verdad, y el mejor regalo por su estadia en la tierra es hacerlos inmortales en la memoria. Al amor ni la amnecia ni la muerte lo puede vencer.

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