Tengo miedo, le confieso a mis propios oídos, no sé cual es la decisión acertada. No quiero quedarme a esperar lo que quizás jamás llegue y desperdiciar mi vida, vivir haciendo lo mismo una y otra vez, sin avanzar nunca, sin crecer. Pero a veces tengo más miedo a saber lo que quiero y fallar porque no lo intente lo suficiente, porque podría haberlo intentado con más fuerza, haber insistido más.
Si solo hubiera una verdad, una señal, un solo camino.
Y el miedo muerde, y me encojo protegiendo la herida, me siento débil y asustada, ¿podré corregirme si me equivoco?¿vivir sin amargura mi decisión?
Tendré que andar para descubrirlo.
Si me duele el camino que no escojo ¡ignora mi quejido!
Simplemente perfecto.
ResponderEliminarPrecioso.
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