Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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martes, 17 de septiembre de 2013

Entre las líneas, entre la tinta, entre la sangre, tú.
Y yo buscándome entre tus líneas, tu tinta, tu sangre.
Las cartas que escribes y no llegan,  y las que llegan nunca lo hacen completas. Las mías nunca las envío, a las tres de la mañana te escribo, me escribo, la escondo en un cajón y no la envío. Pero tú me lees y yo te leo, y ojalá no me leyeses y ojalá yo a ti tampoco, porque en mis cartas grito y tu haces eco, y tu grito dice: "¿me ves?¿me escuchas?¿me amas?" pero no hay respuesta, solo gritos, solo tú y yo, desesperados, entre las líneas, entre la tinta, entre la sangre.

2 comentarios:

  1. Pequeñas verdades que suelen decorar las noches de insomnio de tantas personitas.
    Me ha encantado cómo has descrito esa sensación que querer y no ser capaz, de no ser lo suficiente valiente como para escribir y no borrar, no tirar.
    Besitos.

    Miss Carrousel.

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  2. Quién sabe si habla de esperanza o de renuncia.

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