Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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lunes, 11 de abril de 2011

- Me quiero deshacer, tirar del extremo de mi madeja de lana, desenredar mi existencia; derretirme como un helado en una tarde de verano, deslizarme por el cucurucho hasta tu codo; disolverme, igual que al mezclar azúcar con agua, un poco menos de mí con cada giro de la cuchara. Por favor no me mires como si estuviera loca, no estoy diciendo que me quiera morir, solo que a veces me gustaría que los átomos de mi cuerpo se separaran lentamente y desvanecerme.

- Yo no quiero que te vayas.

- ¿Y quién está hablando de ti?

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