El mar es infinito, y se funde con el cielo en la distancia.
Y nos arrastra, y nosotros no somos más que dos náufragos que esperamos flotar mejor abrazados.
No me sueltes que cuando estaba sola era solo un pequeño punto a la deriva y los peces me mordían los pies por as mañanas. Ahora se que a ti también te duele este mar de soledad infinita, y ya no me parece estar tan sola.
Justamente estaba pensando en eso; en mares de soledad. ¡Qué coincidencia!
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