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viernes, 24 de agosto de 2012
Vi ponerse el sol entre tus costillas y me asusté de que la noche me atrapara allí, pequeña y encogida sobre tu pecho, y tener que volver andando a tientas, haciendo equilibrios sobre tu clavícula. Pero cuando fui a levantarme me sujetaste con un dedo y me preguntaste donde iba, "tengo que volver a casa" grite con mi vocecita y casi me caigo al suelo cuando te reíste, "quédate esta noche" me pediste y me hiciste una cueva con tus manos para que pasara la noche, entonces dejo de importarme que el sol desapareciera tras tu espalda.
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♥♥
ResponderEliminarYo había leído "Memorias de una pulga" pero la protagonista de este relato escapa a mi total imaginación.
ResponderEliminarUn beso
Holaaa :)
ResponderEliminarpásate por mi blog :http://tedascuentadelascosas.blogspot.com.es/ que allí te espera un premio
besosss (K)