Soy estos ojos rabiosos e inyectados en sangre, tan agotados que cada pestañeo es un alfiler clavado en las córneas, ojos cuyas pupilas son nebulosas cubiertas de estrellas y la única realidad que pueden mostrarte está desenfocada y empañada. Y ya no puedes confiar en distinguir una forma familiar entre las sombras.
Algún día, podrás encontrar tu propio colirio, el que te haga ver una realidad clara, el que haga que tus ojos dejen de sangrar.
ResponderEliminarMe encanta, ya lo sabes ;__;
Besos llenos de invierno,
K.
Los ojos pueden decir cosas inimaginables, como que el crepusculo son una mirada desviada de un odio profundo por la vida
ResponderEliminarMartí decía:" Escribir es muy fácil, sólo hay que sentarse frente al teclado y dejarse desangrar"
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