Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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domingo, 26 de febrero de 2012

Deseo que el reloj caiga de la pared y se rompa contra el suelo, que entre el ruido de cristales se escapen los segundos y el minutero salga volando, desapareciendo bajo el sofá. Así seremos libres del tiempo porque ya no viviremos midiendo sus despedidas y jamás será hora de acabar hasta que el final llegue, pero como nunca avisa de la hora poco importará que no tengamos reloj.

5 comentarios:

  1. El día que mueran los relojes, ese día seremos libres.

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  2. Me encanta como escrbis, la manera en que tus textos me llegan es impresionante, un beso.

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  3. sobretodo los domingos deseo que pase algo parecido...

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  4. Creo que sería aterrador el que llegue la muerte y no seamos concientes de cuánto hemos vivido...

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