Inscritos
lunes, 14 de marzo de 2011
Como una inundación cuando un embalse rebasa. La presión se hace insoportable y la presa se rompe, el agua se desborda y arrasa todo a su paso, incontables pérdidas materiales y alguna humana. Pues eso te pasó a ti, vi como te rompías y lloraste el mar Atlántico e Índico sobre mi camiseta; yo me limité a resistir el oleaje, tus uñas clavándose en mi espalda y tus convulsiones, con las que parecía que te ibas a romper; y deseé con todas mis fuerzas ser ingeniero hidraúlico.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
bonito texto, te invito a mi blog
ResponderEliminarsaludos
www.sinboli.com
Sí, he tenido la ocasión de saborear esos deliciosos desembalses. Un abrazo
ResponderEliminarMaravillosa explosión de emociones. La narración te empapa. Bravo, en serio.
ResponderEliminarEso me ha pasado a mi, hace poco además, y ha sido uno de los peores momentos. Lo peor de todo es que él no pretendía salvarme, ni ser ingeniero, ni nada de nada...
ResponderEliminarCuando alguien se te derrumba delante, y no sabes que hacer, yo, símplemente, me siemto pequeña e impotente, doy un abrazo (si se lo merece) e intento recomponerle...
ResponderEliminar"Y deseé con todas mis fuerzas ser ingeniero hidráulico"
ResponderEliminarEsa frase me ha arrancado algo que no te exijo que me devuelvas porque estoy demasiado atontada con el texto. Por esta vez, haré una excepción.
Yo me hubiera conformado con un flotador...
ResponderEliminarCreo que te puede interesar.
ResponderEliminarhttp://secuestramisonrisa.blogspot.com/2011/03/grazie-mille.html
Sigo tu blog y me encanta. Por eso me ha chocado encontrármelo en otra parte.