Aún quedan en tus ojos las estelas de los barcos que los han navegado, el batir de tus pestañas encrespa las olas.
Todas las veces que te he dicho te quiero, alzan nubes de tormenta en el horizonte.
Quiero ir a morirme contra las rocas de tus silencios y ahogarme en profundidades coralinas; saciar el hombre de tus pupilas, desprenderme de las lágrimas que llueven de tus ojos y que queden dos mares en calma.
Luego descender hasta el fondo, donde la espuma no es más que un espectáculo para leones marinos.
ResponderEliminartu quieres "saciar el hombre de tus pupilas," y yo tengo tremendas ganas de morder! Voto porque cada una vaya con su hombre, ya!
ResponderEliminarLa mejor música es el sonido de las olas. Te sigo :3
ResponderEliminarEso me sonó a una invitación al apareamiento. ¿Qué esperamos?
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