Yo he visto el silencio temblar en tus labios, he visto la palabra intentado atravesar tu garganta, he visto la indecisión en tus oscuros ojos y el miedo congelando tus ideas. Y he visto a la oportunidad marcharse orgullosa con la barbilla alzada, demasiado importante y digna para pasar otra vez.
Quizas la oportunidad estaba afanada porque no vio clara la manifestación de amor. Pues donde no hay amor, toda oportunidad pasa de largo. Aunque, toda ilusión, es un ruido que confunde y atrae
ResponderEliminarHabemos algunos que preferimos ver irse una oportunidad a escuchar un no guillotinador
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