- Me quiero deshacer, tirar del extremo de mi madeja de lana, desenredar mi existencia; derretirme como un helado en una tarde de verano, deslizarme por el cucurucho hasta tu codo; disolverme, igual que al mezclar azúcar con agua, un poco menos de mí con cada giro de la cuchara. Por favor no me mires como si estuviera loca, no estoy diciendo que me quiera morir, solo que a veces me gustaría que los átomos de mi cuerpo se separaran lentamente y desvanecerme.
- Yo no quiero que te vayas.
- ¿Y quién está hablando de ti?
Creo que ésas engreídas egoístas son las más lindas.
ResponderEliminarMe gusto!
ResponderEliminarSindo un poco egoístas, a veces queremos hacernos invisibles para pensar con claridad...
ResponderEliminarme suena la sensación...
ResponderEliminarcreo que debería prestar atención a ese "yo no quiero que te vayas"
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