Los lunes por la mañana tomaba café, se sentaba en el borde de la silla y entre bostezos se iba comiendo la magdalenas, mientras, espiaba a su vecino de enfrente, al que a las 9 a.m. le sonaba el despertador.
Se ponía su vestido azul y sus medias blancas, y se paraba en la puerta hasta que su vecino, con una galleta en la boca, los cordones desatados y la camisa a medio abrochar, salía. Entonces, como todos los días, pasaba por su lado y le saludaba.
- Buenos días, vecino.
- Fbeymíthz.
aiss me apetecía una magdalena :)) buen fin de semana :)) muacsss
ResponderEliminarOjalá compartiese las galletas:)
ResponderEliminar"Buenos días, vecino."
ResponderEliminarProbablemente esté enamorada de él, o quizás no tiene otra cosa más divertida que hacer a la hora del desayuno.. :)
Me ha encantado tu blog, te sigo!
jejeje
ResponderEliminary esta guapo el vecino?
bessos! <3
seguro que un día compartieron desayuno.
ResponderEliminar(té caliente
para acompañar)
Buen comienzo de mañana :)
ResponderEliminary lo que nos alegra el día un buen vecino :)
ResponderEliminarHe estado leyendo otros posts tuyos. Son muy buenos.
ResponderEliminarFelicidades ;)
Laura.
Oye!! que me vas a matar de risa!!!
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